El autoconsumo con paneles solares se ha convertido en una de las formas más rentables y ecológicas de generar electricidad en hogares, edificios y naves industriales. Esta tecnología permite que los usuarios generen, de manera total o parcial, la energía que consumen a diario, lo que se traduce en importantes ahorros económicos y una reducción considerable de su huella de carbono.
Podemos autogenerar con energía solar -total o parcialmente- la energía que consumimos, a un precio más barato que el de la red eléctrica, y de forma 100% limpia y sostenible. Y es que en España las renovables representan el 40% de la electricidad de la red, y en Cataluña representan poco más del 18% (donde la energía nuclear es dominante). Por lo tanto, autoconsumiendo electricidad podremos reducir considerablemente nuestro impacto ambiental en el consumo de energía, y reduciremos la dependencia de los combustibles fósiles (que hoy en España es del 74%).
El precio más económico de la fotovoltaica se explica por la bajada de precio que ha tenido esta tecnología: de un 80% en sólo 5 años, lo que hace que hoy ya no sean necesarias las ayudas económicas para esta energía.
¿Sale a cuenta instalar paneles solares?
El precio de los paneles solares ha disminuido significativamente en los últimos años, lo que ha hecho que el autoconsumo sea más accesible para hogares y empresas. En solo cinco años, el coste de los paneles solares ha bajado un 80%, lo que ha permitido que ya no sea necesaria la dependencia de subsidios o ayudas para hacer viable la inversión en esta tecnología. Hoy en día, el retorno de la inversión en paneles solares para autoconsumo oscila entre seis y nueve años, dependiendo de la ubicación, las características de la instalación y el uso de baterías.
Además, las ventajas fiscales como la reducción del IBI en muchos ayuntamientos, junto con subvenciones disponibles, pueden reducir aún más estos plazos de recuperación, haciendo que la inversión sea aún más atractiva.
¿Cuánto cuesta poner paneles solares para el autoconsumo?
Una instalación doméstica (entre 2 y 5 kW, con batería), puede costar entre 8.000 € y 20.000 €, y podemos ahorrar entre un 70% y 95% de la energía que consumimos. En algunos casos, se puede llegar a alcanzar el 100% de autoconsumo.
En empresas y naves industriales, donde las necesidades energéticas son mayores, el coste por kW instalado tiende a ser más bajo. Para instalaciones más grandes, superiores a 100 kW, los precios pueden caer por debajo de 1.000 € por kW, lo que las convierte en una opción sumamente atractiva para reducir los costes energéticos y mejorar la sostenibilidad de la empresa.
¿Y si tenemos excedentes?
Uno de los aspectos más interesantes del autoconsumo es que la energía producida y no consumida al momento se puede gestionar de diversas maneras. Estas son algunas de las opciones disponibles:
- Almacenar en una batería para su consumo posterior (por la noche, por ejemplo).
- Inyectarla a la red, y venderla en el mercado eléctrico. Su precio de venta será más bajo que el precio que tenemos para la compra de electricidad, pero al menos no la regalaremos.
- Poner un dispositivo de inyección cero, que limita la producción según el consumo en cada momento. Esta opción ha perdido bastante sentido con la normativa actual.
Cualquiera de estas opciones implica un aprovechamiento no tanto económico cómo el que representa de ahorro instantáneo de consumo de red, lo que alargará inevitablemente el retorno de la inversión en unos meses o incluso años. En algunos casos, sin embargo, no hay más remedio que tener excedentes, y aún así el autoconsumo puede seguir siendo una opción muy interesante.
Paneles solares ¿autoconsumo con o sin baterías?
Dependerá de cómo sea la curva de consumo horario. Lógicamente instalar baterías implica un sobrecoste, por lo que será más viable en los casos en que la energía excedentaria sea suficientemente significativa. En el caso del autoconsumo doméstico, por ejemplo, las baterías casi siempre serán necesarias, ya que durante las horas más radiación solar no estamos en casa y la energía excedentaria es muy importante.
Las empresas también bajan, lógicamente, su consumo durante los fines de semana y días festivos. Aquí habrá que valorar si es mejor dimensionar la instalación para no tener excedentes, o hacerla más grande para inyectar y vender la electricidad o acumular en baterías.
Las baterías, además, tienen otras ventajas: reducir la potencia contratada (trabajan en paralelo en la red, podremos sumar la potencia de la batería a la potencia de la red con la opción de peak shaving), y evitar el consumo de energía en las horas punta (porque la habremos almacenado en las horas valle).
¿Cómo está evolucionando la tecnología fotovoltaica?
El principal material que se utiliza para fabricar los paneles solares para el autoconsumo es el silicio cristalino, y así ha sido desde la fabricación de los primeros paneles comerciales. Ha habido momentos en que parecía que otros materiales (como el silicio amorfo, CdTe, CIGS) le podían quitar la hegemonía, pero el silicio cristalino ha conseguido rebajar considerablemente su precio, y seguir aumentando progresivamente su eficiencia (hoy llegan al 22%), lo que le ha permitido seguir dominando el mercado (ha ido manteniendo una cuota de mercado del 90%).
En aplicaciones fotovoltaicas para integración en edificios es donde seguramente se irán imponiendo las alternativas de materiales, que permiten transparencias, flexibilidades y tonalidades diferentes de color. Como nuevos materiales: hay muchas esperanzas puestas en la perovskita, un mineral que podría hacer rebajar aún más los costes de la fotovoltaica. De momento está en fase de laboratorio, siendo la tecnología que en los últimos años más está aumentando su eficiencia.
¿Y las baterías?
Lo que está pasando con las baterías recuerda lo ocurrido con el silicio: el ión-litio está dominando el mercado, está teniendo una importante bajada de su precio (más de un 60% en sólo 3 años), y empieza a tener la competencia de nuevos materiales: se espera que el grafeno haga aumentar la capacidad de almacenamiento, a unos precios más bajos que el ión-litio.
Veremos si este podrá, como hasta ahora ha hecho el silicio en los paneles, mantener la hegemonía en las baterías.
¿Y qué potencial tenemos con el autoconsumo?
La Generalitat de Cataluña estima que sólo con el autoconsumo fotovoltaico sobre cubierta podemos alcanzar un 52% del consumo eléctrico total. Ocupando sólo un 1,3% de la superficie de Cataluña (una pequeña parte del terreno sin uso) podríamos generar un 106% de lo que necesitamos. Es sólo un dato del potencial que tiene la fotovoltaica.
Si tenemos en cuenta, además, las otras energías limpias (eólica principalmente), queda claro que el 100% renovable es totalmente posible . Hoy la fotovoltaica aporta sólo el 0,9% de todo el consumo eléctrico en Cataluña. Tenemos la tecnología, y ahora a un precio más barato que la convencional. ¿A qué esperamos para instalar paneles solares para el autoconsumo?