Con una instalación de 565,8 kWp y un sistema de almacenamiento de 792 kWh, Distrivet ya cubre el 42 % de su consumo eléctrico con energía renovable.
¿El corazón del sistema? 36 baterías solares que aportan eficiencia, autonomía y continuidad.
¿Y esto qué significa?
Que producen su propia energía, la almacenan y la consumen cuando les conviene.
Que reducen emisiones, ahorran y dependen menos del mercado eléctrico.
Un caso de éxito que deja claro que combinar placas y baterías no es el futuro:
es el presente, y funciona.